La revolución de la higiene facial ha llegado a nuestro centro de la mano del carbón activo. Es un tratamiento fácil y rápido para conseguir limpiar los poros sin necesidad de extracción manual, ya que el poder del carbón es capaz de absorber la grasa e impurezas en su aplicación.
Al aplicar el sistema de IPL se consigue quitar estas impurezas como si de un imán se tratase.
Entre sus múltiples beneficios se encuentran:
- Un rejuvenecimiento de la piel casi instantáneo.
- Regulación y absorción del exceso de grasa, por lo que es ideal para pieles acneicas por su acción seborreguladora y su efecto antiséptico e higienizante.
- Actúa como peeling del estrato córneo de la y piel y realiza una suave exfoliación.
- Ayuda a la estimulación del fibroblasto para producción de colágeno y elastina.
- Atenúa notablemente las arrugas. Recupera la homogeneización de la textura cutánea.
- Tiene un efecto antioxidante y es un magnífico purificante dérmico.
- Los poros se ven más atenuados desde la primera sesión.